Nunca me dijeron: el bosque tiene dueño,
ni tampoco: el bosque tiene vida;
eso yo ya me lo sabía, yo me vine a disfrutarlo,
porque yo siempre he entendido que al campo
no se le ponen puertas, que es para que lo disfrute
toda la humanidad: pues es más fuerte,
más hondo y más viejo y sabio que yo.
Tampoco me dijeron: hay una bella cabaña adentro,
ni tampoco: que la cabaña la habita
una bella mulata más alegre que unas castañuelas...
Yo estaba en un exilio de puertas amaestradas,
para retenerme en tu cárcel con tus ojos de guardianes.
Quien anduviera por allí, que hable:
nadie habita dos veces el mismo bosque,
cuando un pirómano pasa....
sólo queda el desastre y la soledad para la leyenda.
Que una infeliz loba perdió su camada de lobeznos
con el humo y las llamas...
que una ninfa preciosa deambula entre los robles,
que es vivaracha y alegre como los pájaros,
que anda en busca del gnomo para pertenecerle.....
No recobraré la paz cuando me marche, sólo cuando sueñe,
con este alegre bosque,
nunca inscrito en la cartografía de mis cálculos;
porque este fue mi bosque, aquí comí la miel de tus labios,
aquí aprendí a defender la naturaleza.....!
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