Yo vivía en el centro de un lago,
en un extremo lloraban los vecinos del Gastor
y en la otra margen disfrutaban los vecinos de Zahara..
y en el fondo se lamentaba una campana.
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Mentían los presagios de unos y otros
la vida estaba cargada, de secreto a secreto;
pero la verdad, estaba por los años muy bien guardad..
pero los que nacimos en el otro siglo
se nos encoge el corazón cada vez que esa campana
sonaba, doblará o, repicará....!
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Y yo que seguía viviendo en el centro del lago
me ahogaba, pues para colmo bautizaron este pantano
con el nombre de Zahara, y de apellido el Gastor...
por eso hablo siempre en espejismos..
y ya no pertenezco a ningún pueblo.....!
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Me vine al Caribe, porque me dolían las entrañas
de tanta hipocresía, pues esto lo ignoraban
muchachos y muchachas, porque nunca se lo explicaron,
sólo le decían, que siempre nos llevamos mal
los vecinos del Gastor y de Zahara.....
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Aunque a los del siglo pasado nos hiere aún..
el secreto de esta dichosa mentira;
para no aclarar la verdad sobre lo que pasó
con esta dichosa campana, que repicaría
en El Gastor y doblaría siempre en Zahara....!
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