Quiero recordarle una calle de las más típicas
del Gastor, que a pesar de muchos se llama
"Calle pechosa" por su desnivel y su emplazamiento
-tiene mucha historia-.
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Una por lo bonita que es lo bien que la adornan
y porque está en el centro del pueblo;
tiene la biblioteca pública, y el museo del bandolero,
y el típico corralón de la iglesia, -un rincón de ensueño-
además de unos vecinos, que la cuidan con esmero.
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Cuando se fue "el Padre Gabriel" pensamos
que ya se acababa todo aquello;
sus muchísimas macetas en las fachadas,
todo el año floridas y en el centro sus hermosos maceteros.
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Y quiero recordarle antes que se pierda
en el tiempo, aquel baile de tocadiscos,
que se formaba para los mozos del pueblo..
y los viejos jugando a "Pericón" o al dominó,
ya ni baile ni nadie juega a nada de eso.
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Por aquellos años los muchachos corríamos
tras la camioneta de Enrique que su paso era
como el de una tortuga vieja y el Tempranillo
venía a dormir a casa de su novia, en la calle
"Pechosa" que ahora como recuerdo han hecho
un museo, que se llama "Casa del bandolero".
Ahora la calle esta preciosa, con tantos nardos,
geranios, margaritas y rosas....!
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