Plaza de las acacias, frente a la iglesia desconchada,
el vetusto ayuntamiento y el kiosco de la "Catana"
esa antigua plaza que se confunde un obstinado
aroma lírico y una cierta prosa musical.
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Plaza frente a la churrería lóbrega y frente
donde se hizo luego el lúcido hogar del mayor..
¿qué se hizo de la plaza de las acacias?
donde en las tardes-noches se paseaban
toda aquella panda de muchachos y muchachas?.
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¿Qué fue de aquellas dulces compañeras
que se reían de todo y de todos, desde un marco
de verde inocencia y de rosas?
¿qué de las camaradas de los juegos impúberes?.
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¿Algunas seguirán siendo vírgenes intactas,
o madres dolorosas y sufridas abuelas?
el destino es caprichoso, miré hace unos días
tras una ventana de vidrio sucio y lloroso....
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Y me inundó la nostalgia, el recuerdo pueril
de Adelaida, que decía, riéndose, que si le tiraba
piedrecitas a la liga de San Antonio, ella soltera
no se quedaba.. pues si se quedó...
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Se quedó para vestir santos, -como dicen en mi pueblo-
he visto a Catalina, cargada de hijos y nietos,
aquella que me decía, !ay, ay! pero usted que se ha creído!
hoy quiero recordar todas aquellas
torcaces que revoloteaban a mi lado....!
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