domingo, 6 de enero de 2019

Hoy desde aquí, con mis setenta, siento lo mismo que sentía.(6-1-2019)


He vuelto una vez más a la blancura inmaculada 
de la montaña, esa admirada -sierra nevada-
esa que guarda con celo mi ya lejana juventud, 
las amadas cumbres siempre blancas.
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Hemos vuelto mi hermano y yo a recordar
aquellos momentos de un pasado ya lejano;
pero que nosotros guardamos fresco en la memoria,
y hoy hemos querido vivir aquellos tiempos.
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Haciendo las mismas locuras, como si fuéramos dos jovenzuelos..
lanzándonos grandes bolas de nieve;
que cada cual esquiva como buenamente puede,
sé que esto no es muy normal ya a nuestra edad.
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Yo con setenta y mi hermano que me sigue muy de cerca,
el milagro indeciso del tiempo al que, en vano,
persiguen mis palabras tranquilas;
con el ardor de otros tiempos, -no sé si mejores-.
***//***
Porque entonces la vida consistía en esconderse 
y jugar entre las blancas cimas sin preocuparse
de nada ni de nadie, en todo caso, de nuestros padres;
y respirar el raro aroma de la nieve.
***//***
Se respiraba y se respira, aquí arriba,
paz y libertad, esa bandera blanca, ese destino
que alguna vez soñó el insecto de fabulosos élitros,
encerrado bajo la concha de la nieve.
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Hoy contemplo estas crestas blancas y siento lo mismo
que sentía de niño, cuando aquí subía....!
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Reservado el derecho de autor.

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