Porque la distancia en el tiempo no existe
-y si existe no significa nada-
Estamos ahora en el ojo de una fiera cuaternaria,
en uno de esos estrambóticos ensueños
que aveces se apoderan de nuestra
voluntad y hacen con nosotros
lo que buenamente le viene en gana....
Cuando nos encontramos a merced
del farol de las tinieblas..
no voy a decirte cómo, pero debemos creer
en los dragones, y si no es el Dios saurio
lo que se traga tantos kilómetros
de japoneses o chinos, tal vez sea un Dios místico...
Y si no es así, es porque el animal está en mí..
dicho lo dicho y hecho lo hecho,
por las fauces suelo echar fuego..
pero pequeñito, quizás como un merchero,
que no quemo, pero te caliento..
Y se me parte el cardiograma
cuando tus manos se deslizan por mi espalda
y me hablan no sé que cosas que me conceden
-antediluvianas- tus manos, con ese arte
de bordar el cielo y resucitar a un muerto..
me hace gozar lo infinito..
hasta hacer brotar los destellos
del clímax y fundirnos en un suspiro cuaternario...!!
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