Aquella primavera suave y soleada,
callada y serena, como si dormitara,
el pensamiento inmóvil a mi cuello abrazada,
lo ignora todo, la sonrisa en su cara.
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Qué lejanas las sombras que la nubes proyectan,
la gente que pasan son insignificantes..
que a veces murmuran, pero no nos afectan,
aunque dicen palabras, no son importantes.
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Nuestro pensamiento perdido, en exótico nirvana,
el amor fluye profundo y lento,
en la quietud de la tarde el pensamiento afana,
ni el cotilleo destruye la magia del momento.
***//***
Su cabeza en mi hombro disuelve los dilemas,
se olvida de la gente y el amor amplía;
plasmaré este momento en uno de mis poemas,
y te amaré esta noche que es joven todavía.
***//***
Ya mi juventud se apaga..
y no quiero creerlo;
ya se fue la primavera
en mi vida de nuevo.
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Sólo sé que te quiero y estoy en lo cierto,
y siempre serás mía, aún después de muerto..
y lucharé por tu alma
con mi último aliento....!
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