-He vuelto una vez más-
después de ocho años a admirar
la belleza de este pueblo blanco;
que en el día del corpus cambia sus paredes
por un manto verde y en el suelo
una alfombra verde y blanco.
A estas horas de la mañana
están solas sus calles, fresco y aromado;
con suave brisa -que le llaman "solano"-
este viejo viento, al cual le tengo añoranza.
Caracoleo un poco con mis cuatro cabellos
y luego se enredó en la cintura de mi compañera;
y se quedó ahí de pie, parado y alegre,
tal vez por mi regreso, regalándome su aroma
de tomillo, retama, romero y flor silvestre.
De los amigos, ninguno estaba en ese momento,
para recibirnos, quizás aún estuvieran durmiendo;
ya que la noche fue larga para adornar al pueblo...
-pero es la magia de este pueblo bello-.
Y estoy aquí de nuevo, para una vez más admirarlo,
que aunque lo he visto muchas veces;
cada vez me parece más bello, y me quedaría..
pero me arden otras lunas muy bellas en la piel....
Y aunque digan -no había nadie para recibirlo-
pero si me acogió mi querido pueblo;
y este viejo viento que también conozco desde niño...!
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