Cuando cesa el levante en el estrecho
y una ola sorda de paz y tranquilidad
le da un respiro a nuestro sufrido cuerpo;
cuando muere, aunque sólo sea por un instante
las palabras porque se las llevó el viento.
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Cuando nos paramos a leer la bienvenida
que nos dedica este blanco y bello pueblo,
cuando descubrimos al gran actor que semos
y con claridad lo exponemos;
despojado de su traje crepuscular
y descubrimos que por fin ya se durmió
ese que en este bendito pueblo le dicen
-solano, amigo del hortelano-
que yo a estas alturas no se porque...
***//***
-Lo que si sé que da, es letargo y mucho sueño-
pero cuando la paz que deja cuando se va
nos arranca de ese pesado sueño;
despertamos atónitos, como extraños
Ángeles celestes caídos,
cuando se rompen los espejos
a la brava embestida de ese:-solano o levante-
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Cuando al fin quedan vacías las odres
y se sale de ese letargo, que no siempre
es invernal, brota una cresta blanca de la
ladera de la montaña..es cuando aceptamos
cambiar al desierto por el jardín...!
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