En el lecho de muerte de un niño quisqueyano,
mujeres enlutadas y silenciosas como vegetales
en torno al lecho funerario,
mueven casi imperceptibles
abanicos y sus propios labios..
diciendo una oración en silencio,
que solo la perciben en el cielo y sus propios labios...
***//***
El niño moribundo se recrea no se si por
última vez en el triste panorama
que lo rodea..cuenta una y mil veces
las vigas dormidas del bohío hasta confundirse
en el sopor de la atroz fiebre
que le transmitió un inofensivo zancudo
"mal llamado del dengue".
***//***
Entre las húmedas sábanas de su fiebre
se aloja abrasada a su cuerpo inerte;
esa cariñosa sin faz que es la muerte..
empecinada en llevárselo cueste lo que cueste
***//***
En el bosque que lo rodea
hojas flabeladas, lancinadas,
palmeras y pájaros celestes
que lo esperan para el juego..
pero no vuelve..hoy el bohio esta triste,
la selva lo absorbió entre las alas de la muerte...!!
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